«Contar mi vida es una manera de encender al hermano fuego y convocar a mis amados a su alrededor: a las presencias visibles y las invisibles, a las que están aquí y las que ya trascendieron», dice Alicia. Y cuenta desde el principio, honrando el misterio del número sagrado que rige su vida, deteniéndose en su infancia, sus amores, sus estudios vocaciones y trabajos, sus luchas gremiales, su compromiso social y su permanente recate y reivindicación del pueblo comechingón del que es descendiente.

Leerla es ingresar a la intimidad de un mundo que muchas veces duele, algunas veces canta, pero siempre encuentra su mantra celebratorio para honrar la vida.

Escrita por Bachi Salas